Muchas veces cuando nos imaginamos un hacker lo visualizamos con una capucha, una máscara y tecleando a toda velocidad en una habitación oscura mientras los caracteres verdes de Matrix aparecen de fondo; aunque en realidad lo más probable es que nos encontremos con un ejército de pseudo-trabajadores en un país del tercer mundo trabajando para una mafia intentando engañar viejecitas con el truco de la carta falsa de un heredero millonario.
El caso que nos ocupa y sobre el que quiero llamar tu atención es el de Desireé Bela, una activista afrofeminista cuya cuenta de Instagram fue hackeada mediante tácticas de ingeniería social para luego ser borrada, sí, borrada sin más.
Es importante que tengas presente que Instagram no te enviará mensajes pidiéndote que te logues en otro sitio web.
Siempre debes revisar los enlaces en los que pinches para saber que te vas a dirigir a la web oficial de la red social, lo mismo vale para tu banco o la Agencia Tributaria.
Aquí el podcast en el que me enrollo un rato hablando de otros casos de ingeniería social, como el que le costó 4 millones de euros a la EMT de Valencia.