Cada poco tiempo tenemos en los medios y en Internet un análisis de los seguidores de los políticos y uno de los parámetros que utilizan para decidir si los seguidores de un político son verdaderos o falsos son lo que llamamos las cuentas «huevo», aquellas que no tienen foto de perfil, datos detallados y en algún caso ni siquiera tweets. Los analistas asumen que un usuario con muchos seguidores «huevo» los ha comprado.
Parece que cuando se realizan sesudos análisis para encontrar las trampas que los políticos y famosos hacen en redes sociales se olvidan de algo muy importante: las recomendaciones de Twitter para nuevas cuentas.
Cuando creas una nueva cuenta en Twitter (iba a poner la red social del pajarito pero me contuve, punto para mí) la web te recomienda diferentes temáticas y a partir de la temática que elijas te recomienda también usuarios.
Y ya estoy, siguiendo a 30 cuentas verificadas sin haber siquiera configurado mi cuenta, soy un huevo con fondo rojo, pero no soy un seguidor falso.